14 julio 2012

"Blancanieves", de Benjamin Lacombe

Autor: Jacob Grimm & Wilhelm Grimm, Benjamin Lacombe

Editorial: Edelvives

Número de páginas: 46

Precio: 20.90€


¡Advertencia! 
Si hay alguien que no ha leído, escuchado, visto... Blancanieves, absteneros de seguir leyendo, porque lo que aquí os relato es el cuento.



Opinión personal:

Se que la mayoría conocéis la historia de Blancanieves, que más de una vez de pequeños os habréis dormido con ella y que las adaptaciones cinematográficas que se han estrenado este año han refrescado nuestra memoria y la han puesto muy de actualidad. Aún así, hoy me apetece contaros un cuento :)

Érase una vez, en pleno corazón del invierno, una reina que cosía al lado de la ventana. A través del marco de ébano, contemplaba los copos de nieve que revoloteaban en el aire, como plumas. De pronto, se pinchó el dedo, y tres gotas de sangre cayeron en la nieve. Sobre el fulgor de la nieve, el rojo era tan hermoso que pensó:
<<¡Ay!¡Ojalá tuviera un hijo con la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano!>>


Poco después, la reina tiene a una niña blanca como la nieve, con unos labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano. Por eso la llaman Blancanieves.

La reina muere al nacer la princesa, y el rey al poco tiempo se casa con una mujer de extraordinaria belleza. Aunque, arrogante y orgullosa, hasta el punto de que no podía soportar no ser la más bella.



- Espejo mágico, voz de las tinieblas, ¿quién de este reino es la más bella?
- ¡Oh, reina! Solo tengo una certeza: ¡nadie supera tu belleza!



Mientras, Blancanieves iba creciendo, y cada día que pasaba se hacía más hermosa. Entonces, llegó el día en que la reina preguntó una vez más a su espejo: "¿Quién de este reino es la más bella?"  Y el espejo le dijo que, aunque ella era muy bella, Blancanieves superaba mil veces su hermosura.
Al oír aquello, la reina se enfadó muchísimo, y sus celos y odio hacia la princesa se hicieron tan grandes e insoportables que mandó llamar a un cazador para que la llevara al bosque, la matara y le trajera una prueba de su muerte.

Así lo hizo el cazador, pero cuando empuñó su cuchillo y aquella niña tan hermosa le suplicó que le perdonara la vida, se apiadó de ella. La dejó escapar, y le llevó a la reina las entrañas de un jabalí como prueba.

La princesa caminó perdida y sin rumbo por el bosque, hasta que se encontró con una cabaña. 

Todo en el interior era delicado y pequeño y relucía con una limpieza impecable. En la mesa había dispuestos siete platitos diminutos, cada uno de los cuales tenía sus correspondientes cubiertos y su vaso. Contra la pared se alineaban siete camitas, cubiertas con sábanas pequeñas y blancas.



Blancanieves estaba hambrienta, sedienta y cansada, por lo que comió un poco de cada plato, bebió una gota de vino de cada vaso y probó cada una de las camas, hasta que en la séptima se quedó profundamente dormida.
Al caer la noche, los enanitos volvieron a casa, y enseguida notaron que allí había estado alguien. 
Tras extrañarse, quejarse y sorprenderse por la comida probada, el vino bebido y las camas deshechas, se quedaron embelesados ante la belleza de la niña que dormía en una de sus camas.



Cuando Blancanieves despertó, se asustó al ver a los enanitos, pero enseguida les contó quién era y lo que su madrastra había intentado hacer. Los siete enanitos le dijeron que podía quedarse con ellos a cambio de cuidar de su casa. Y la niña aceptó encantada.

Mientra tanto, la reina vivía aliviada pensando que era la más bella del reino, hasta que el espejo volvió a decirle que era la más bella del reino, pero que más allá de las montañas, Blancanieves superaba mil veces su hermosura.
Ya podéis imaginar lo furiosa que se puso la reina. De manera que se maquilló y vistió como una vieja vendedora ambulante y se presentó en la cabaña de los enanitos. Intentó quitarle la vida, primero vendiendo cintas de colores con las que apretó fuertemente el corsé de la niña; después, empleó su magia para hacer un peine envenenado, y por último creó una manzana envenenada.


Tenía un aspecto tan delicioso, que era imposible resistir la tentación de morderla. Pero quien lo hiciera moriría en el acto.



Cuando Blancanieves dio el primer mordisco cayó al suelo, donde más tarde la encontraron los enanitos, quienes muy tristes y apenados no lograron reanimarla. Le hicieron un ataúd de cristal y escribieron su nombre con letras de oro. Además de ellos, también los animales acudían a llorar a la hermosa niña.

Pasó el tiempo, y Blancanieves dentro de su ataúd parecía que estuviera sumida en un profundo sueño. Un día, pasó por el bosque el hijo de un rey, quien quedó prendado por la belleza de la joven. Enseguida le pidió a los enanitos que le dieran el ataúd a cambio de lo que quisieran, pero éstos, se negaron. Solo cuando el príncipe les prometió que cuidaría de ella y que la honraría por siempre, cedieron los siete enanitos. 



Al intentar mover el ataúd, tropezaron con las raíces de un árbol. El violento golpe provocó que el trozo de manzana envenenada saliera de la garganta de Blancanieves, y ésta abriera los ojos.
El príncipe se declaró a Blancanieves, quien se enamoró profundamente de él y aceptó su propuesta de matrimonio. 
Celebraron una gran fiesta, con invitación a la reina incluida, quien tras quedar paralizada de terror ante la radiante imagen de Blancanieves, fue castigada como una bruja.



FIN


Cuando me propuse hacer la reseña de este cuento, no sabía muy bien cómo enfocarla. Ya que, además de ser el primer libro ilustrado que reseño, como he mencionado al principio, es una historia muy conocida por todos.  En este sentido, este libro ilustrado por Benjamin Lacombe no supone ninguna novedad, porque se ciñe justamente al clásico de los hermanos Grimm. En alguna de las entrevistas al ilustrador, leí que se trataba de la auténtica versión del cuento, traducida directamente del alemán. Por tanto, poco hay que decir sobre la historia.

La novedad son sus ilustraciones. Os he puesto algunas de las que más me han gustado, pero cuesta mucho decidirse, porque son realmente preciosas. Por mí, os habría puesto fotos de cada una de sus páginas. Las ilustraciones son en su mayoría en color, representando en ocasiones de forma simbólica los hechos que se van narrando. Y empleando el blanco y negro para las imágenes más explícitas y narrativas.
Como detalle curioso, mencionar que para dibujar a la malvada reina, Benjamín Lacombe se inspiró en una mezcla entre Nicole Kidman y Madonna. ¿Qué os parece? Sí que le veo yo un aire a la reina del pop...

Poco más tengo que decir. Soy fan de las ilustraciones de Benjamin Lacombe, y este libro es uno de esos tesoros clásicos que cualquiera por muy pequeño o muy mayor que fuera, debería tener en su estantería.

Valoración:


Lo que arriba os he relatado es un resumen hecho por mí de este cuento ilustrado, los fragmentos entrecomillados si son extraídos de forma exacta del mismo. Las imágenes son del blog del autor (http://benjaminlacombe.hautetfort.com/), a excepción de las dos en blanco y negro que son fotos que he hecho directamente al cuento.




7 comentarios:

  1. Es preeeeecioso!!!
    Me encanta el ilustrador, el libro es una delicia =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué ilustraciones más preciosísimas! Solo por esa edición tan cuidada se merece un hueco en nuestra estantería!

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. ¡Yo lo quiero!
    Me encantan las ilustraciones *_*

    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Aixxx ya sabes que me encanta Lacombe! Sus ilustraciones me tienen enamorada :) Ya hace tiempo que quiero este libro, y creo que pronto caerá en mis manos...Me he propuesto coleccionar todos los libros de este autor,jeje

    Un besazo guapa, me alegro que lo hayas disfrutado!!

    ResponderEliminar
  5. Felicidades por la reseña es...¡¡increible!! Las ilustraciones son sencillamente preciosas, ¡me encanta! :)

    ResponderEliminar
  6. Me encantaron las ilustraciones. La historia pues....había que ponerla, ¿no? Jajajaja.

    Lana.

    ResponderEliminar

Nuestro rinconcito, situado en Words Street, 15, se alimenta de vuestros comentarios y visitas. Así que no lo dudes y ¡cuéntanos! :)
Cada uno de vuestros comentarios nos alegra el día ^.^

Cualquier comentario ofensivo será borrado inmediatamente.

Y... cuidado con el spam.