"Frankenstein", de Mary Shelley

Frankenstein | Mary Shelley
Penguin Clásicos | 336 páginas
9788491050896 | 9.95€

Me cuesta mucho, mucho, hacer reseñas sobre clásicos. Muestra de ello es que hace casi un año leí El retrato de Dorian Gray y aún no he conseguido encontrar el momento para ponerme a escribir y contaros mis impresiones... No quería que me pasara lo mismo con este libro, así que, aquí está mi humilde opinión sobre la que es considerada la primera novela de ciencia ficción. 

Víctor Frankenstein es un científico obsesionado con la vida y el cuerpo humano, con encontrar la causa de la generación y la vida. Su sed de conocimiento y su ambición le llevan a crear un ser enorme a partir de restos de cadáveres humanos; a dar vida a la materia inanimada. Una vez que lo crea, se arrepiente de ello y lo abandona.

Yo lo había contemplado cuando todavía no estaba terminado, y ya inspiraba espanto; pero cuando esos músculos y esas articulaciones adquirieron la facultad de moverse, aquel ser se convirtió en algo tan indescriptible que ni siquiera Dante habría sido capaz de concebir nada igual. 

Cuando decidí que quería leer Frankenstein, a pesar de que no sabía con exactitud qué iba a encontrarme, sí que tenía algunas ideas en la cabeza: monstruo, tornillos, historia de terror... Todas estas ideas eran fruto de películas, series y demás; porque si algo tiene este monstruo es popularidad. Quizá por eso, cuando me sumergí en la historia, quedé tan impresionada. Porque nada de lo que me había imaginado que sería, fue. Fue totalmente diferente, y mucho mejor de lo que esperaba. 

Lo primero que me sorprendió fue la forma en la que está escrita, narrada y estructurada. Aunque solo fui capaz de apreciarlo bien, una vez terminado de leerlo. Es como si de una muñeca rusa se tratara. Me explico: comienza narrando, en primera persona y a través de cartas dirigidas a su hermana, Robert Walton, capitán de un barco que encuentra a Víctor hacia el final de su vida y que va a ser la persona a la que le confiese su terrible historia. De esta forma, Víctor Frankenstein se convierte en el siguiente narrador. Y, a continuación, el monstruo, cuando se encuentra con su creador, le cuenta en primera persona lo que ha vivido desde el momento en el que lo abandonó. Así que, hay tres narradores diferentes a lo largo de este libro, cada uno contando su propia historia y vivencias, dentro de la historia de los demás. Me ha parecido muy curioso y diferente. Es la primera vez que leo un libro escrito de esta forma.

Como habréis visto, me he dirigido a la creación de Víctor como "monstruo". Y este es otro detalle que me ha sorprendido, y es que en ningún momento a lo largo de la historia, este ser tiene nombre; en ningún momento, nadie se refiere a él como Frankenstein (algo que yo, no me preguntéis por qué, tenía asumido que era así...), si no como "criatura", "engendro" o "ser demoníaco".
A pesar de su apariencia monstruosa y deforme, en su origen esta criatura no es mala, si no que es el abandono y el rechazo por parte de su creador y, más tarde, de la gente que se fue encontrando, a la que atemorizaba y repugnaba su aspecto, lo que lo convierten en lo que finalmente es, un verdadero monstruo. 

Adán había surgido de las manos de Dios como una criatura perfecta, feliz y próspera, que disfrutaba de las atenciones especiales que le dispensaba su Creador. Tenía la facultad de poder hablar con seres de una naturaleza superior a la de él y aprender de sus enseñanzas; yo, en cambio, era una criatura miserable, indefensa y solitaria. 

De manera que, todo esto hace que cuando el monstruo narra sus vivencias, sientas compasión por él; empatices con su dolor y sufrimiento. Es una criatura a la que se le da la vida, pero a la que no se le deja vivirla. Está absolutamente solo en el mundo y su único afán es amar y ser amado. Por eso, cuando no se le permite hacerlo, decide que se dedicará a sembrar el pánico y a provocar en Víctor el mismo vacío y soledad que él mismo siente. Hay momentos en los que cuesta mucho distinguir quién es la víctima y quién el verdugo en esta historia. ¿Víctor es culpable por arrepentirse de haber creado un monstruo? ¿Tiene la criatura la culpa de existir? ¿De su aspecto? ¿De que la gente le aborrezca? La autora consigue hacerte sentir pena por la situación en la que se encuentra Víctor, por el giro que da su buena y feliz vida, ahora desgraciada y sin futuro. Pero también lleva a pensar, que la situación a la que ha llegado ha sido tan solo culpa suya, y fruto de su ambición y de creerse una especie de Dios.

Para mí, el único detalle que me ha resultado menos coherente, es la forma en la que se expresa el monstruo: con un lenguaje exquisito y refinado. Resulta muy chocante que una criatura creada a partir de cadáveres sea tan inteligente. Pero claro, no deja de ser ficción.

Nada hay más doloroso para el alma que un cambio súbito y definitivo. Aunque luciera el sol o las nubes amenazantes cubrieran el firmamento, nada sería igual que el día anterior. Un engendro me había arrebatado toda esperanza de felicidad futura.

Me ha gustado mucho, la narración no se me ha hecho lenta ni pesada en ningún momento. Me parece un muy buen libro clásico por el que empezar. De los pocos clásicos que he leído hasta el momento, se ha convertido en uno de mis favoritos. Una lectura muy recomendable; me ha gustado mucho conocer verdaderamente esta historia.