10 octubre 2017

"Las vírgenes suicidas", de Jeffrey Eugenides



Las vírgenes suicidas
Jeffrey Eugenides 
Anagrama 
229 páginas 
8.90€ 
978-84-339-6682-7





Este libro se centra en la historia de las hermanas Lisbon, cinco hermanas que viven con sus padres en un tranquilo barrio residencial. En apariencia, son una familia perfectamente normal y feliz, aunque se sabe que la madre es muy estricta y excesivamente protectora con sus hijas. Las chicas, descritas casi como ángeles caídos del cielo, rubias y bellas, especiales y misteriosas, tienen fascinados a los jóvenes del barrio, quienes las observan y las desean en la distancia.
Tras el intento de suicidio de la menor de las hermanas, Cecilia, las chicas son prácticamente encerradas en casa, apenas se las ve, dejan de asistir a clase y esos jóvenes que las admiran deben conformarse con observarlas a través de las ventanas. En el transcurso de apenas un año desde ese acontecimiento, las hermanas Lisbon acaban con sus vidas.

De noche, los gritos de los gatos apareándose o peleando, sus maullidos en la oscuridad, nos revelaban que el mundo era emoción pura y que bullía en todas direcciones entre sus criaturas; los sufrimientos del siamés de un solo ojo no se diferenciaban mucho de los que padecían las hermanas Lisbon y hasta los árboles sucumbían al sentimiento.

No os preocupéis, no os he contado nada que no aparezca en la contraportada del libro, en cualquier sinopsis que busquéis de él o que, incluso, se deduzca del título. El hilo conductor de esta historia y el tema que está presente durante toda la lectura es el suicidio de las hermanas. 

Lo que más me ha sorprendido de este libro ha sido cómo está contada la historia. Porque sí, sabía de qué trataba, que era un libro con buenas críticas, pero no me había informado de nada más. Antes de leerlo, pensaba que quizá estuviera narrado en primera persona por alguna hermana, por la madre, el padre e incluso una tercera persona cercana a la familia. Pero la verdad es que para nada esperaba que la narración corriera a cargo de uno de esos jóvenes que observaba a las hermanas. 

De manera que la historia está contada por uno de aquellos adolescentes, pero a modo de representación del resto de chicos que, años después de los sucesos, aún no han conseguido olvidar a las hermanas Lisbon y que todavía siguen preguntándose los motivos que las llevaron a quitarse la vida. Y lo hace como una especie de crónica, narrando los rumores que envolvían a las chicas, contando lo que él y los demás chicos sentían hacía ellas, mencionando retazos del diario encontrado de una de las hermanas y recopilando testimonios de vecinos o del psicólogo que trató a Cecilia, por ejemplo.

Nunca llegamos a entender por qué a las chicas les preocupaba tanto hacerse mayores ni por qué se sentían obligadas a dedicarse cumplidos, pero a veces, cuando uno de nosotros había leído en voz alta una larga parte del diario, debíamos reprimir la necesidad de echarnos los unos en brazos de los otros o de decirnos que estábamos guapísimos. 

Me ha parecido muy interesante y original esta forma de narrar la historia. Leyendo ahora (después de haberlo terminado) las reseñas que hay sobre este libro, la mayoría destacan esta narración como una maravilla. Pero, reconozco que tengo sentimientos encontrados al respecto. Por un lado, es una forma de que el lector sienta la huella tan grande que deja algo tan grave y triste como el suicidio en las personas, es una manera de que el lector pueda sentirse parte de esos chicos y perciba todo el misterio que envuelve a las hermanas, que incluso llegue a quedar tan fascinado por ellas como lo estaban ellos. Pero, en cambio, esto mismo hace que sientas a las hermanas muy lejanas, casi como si fueran unas hadas del bosque. No es posible empatizar con ellas, ni con su sufrimiento o dolor (que tenían que tenerlo), ni con la opresión que sentían, ni siquiera es posible entender por qué hicieron lo que hicieron, porque solo a través de lo que cuenta este narrador colectivo tan solo es posible formarse una imagen hipotética sobre ellas; no se las llega a conocer realmente.

Los capítulos son largos, sin apenas diálogo, lo que hace que, en algunas ocasiones, la lectura se haga lenta. Había momentos, sobre todo, hacia la mitad del libro, en la que sentía que el narrador a veces se perdía, se distraía mencionando detalles que no tenían ninguna importancia para el desarrollo de la historia y me hacía desconectar. El ritmo mejora hacia el final. Pero sí que es muy destacable la escritura del autor, es bonita y a través de sus palabras consigue transmitir el misterio, la atracción casi morbosa que sentían esos chicos hacia ellas, la opresión y la decadencia de esa casa que asfixió a las hermanas Lisbon. Así que, a pesar de esos pequeños detalles que me han gustado un poco menos, ha sido una buena lectura. Me apetece volver a leer algo del autor.


2 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Yo empecé a ver la película y aunque no tenía mala pinta, la verdad es que la abandoné. De hecho tenía pinta de que iba a pasar lo que dices tú: que no se llega a conocer ni a entender realmente a las hermanas.

    ¡besos!

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  2. ¡Hola!
    Tenía este libro apuntado de otra reseña que había leído con anterioridad y la verdad es que tengo muchas ganas de leerlo. Eso de que a veces la lectura se te hiciera lenta me echa un poco hacia atrás porque ya me ha pasado con otros libros pero bueno, creo que merece la pena.

    ¡Besos!

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