Título: Llévame a cualquier lugar
Autora: Alice Kellen
Número de páginas: 360
Editorial: Plataforma Neo
Precio: 15.90€
ISBN: 978-84-16096-86-2
Opinión personal y conjunta:
Léane es francesa pero gracias a una beca consigue empezar la carrera de periodismo en la Universidad de Reading. Cuando la Universidad convoca su concurso anual de periodismo, Léane no duda en apuntarse. Junto a ella participarán también otros estudiantes de diferentes cursos, entre ellos Blake. Léane y Blake no podrían ser más diferentes y además, esa rivalidad que se creará entre ellos debido al concurso hará que salten chispas. Pero ya sabemos que del amor al odio hay tan sólo un paso, y lo mismo pasa en sentido contrario. Esa rivalidad, ese odio que se despiertan el uno al otro enseguida empezará a confundirse con atracción y puede que también con algo más...
No es ningún secreto que las publicaciones de Plataforma Neo siempre llaman poderosamente nuestra atención. Nos encanta el género juvenil romántico así que cuando vimos esta preciosa portada casi nos fue imposible resistirnos a hacernos con él. No teníamos las expectativas demasiado altas ni esperábamos que fuera la historia de amor del año, simplemente buscábamos una historia sencilla, que nos entretuviera y nos hiciera desconectar de otras lecturas más profundas, y en ese sentido podemos confirmaros que el libro cumplió perfectamente con lo que esperábamos de él.
"Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.", Mahatma Gandhi.
Claro, claro.
Era fácil decirlo para Gandhi, que no había tenido el placer de conocer a Blake. Si así hubiese sido, probablemente el curso de la historia no habría sido el mismo. Todos mis sentimientos bondadosos se esfumaban en cuanto mi mirada chocaba con esos ojos verdes.
Es una historia sencilla, típica, de esas que desde la primera página ya sabes perfectamente cómo van a terminar. Pero ya sabéis que este tipo de historias juveniles nos encantan. Nos ha gustado mucho ver ese tira y afloja entre Léane y Blake, la evolución que sufre su relación y cómo poco a poco se ven obligados a ceder ante esa atracción que sienten el uno por el otro. Hay escenas de lo más divertidas entre ellos, nos hemos reído mucho con sus broncas y sus piques, aunque también tenemos que decir que en alguna ocasión tanta bronca se nos hacía un poco repetitivo y quizá en algún momento puntual se viera un poco más forzado ese odio que supuestamente sienten el uno por el otro. Hay un detalle que también nos ha fallado un poco, y es que algo tan importante para ellos, como es ganar el concurso, a medida que van avanzando las páginas va perdiendo importancia y quedando en un segundo plano.
Pero la verdad es que os estaríamos mintiendo si no os dijéramos que gran parte de culpa de que la historia nos mantuviera enganchadas la tuvo Blake. Nos ha encantado el protagonista masculino y no sólo por los ratos divertidos que nos ha hecho pasar con sus salidas de tono, sino también por todo lo que esconde este personaje. Capítulo a capítulo se nos iban descubriendo partes de él que nos iban sorprendiendo muy gratamente, y es que detrás de esa faceta de pasota y "chulo" hay mucho más. Blake tiene una historia detrás que le marcó mucho y que poco a poco tendrá que aprender a aceptar y superar. Para nosotras ha sido, sin duda, el punto fuerte del libro. Nos ha gustado ver su evolución a lo largo de las páginas.
Sin embargo, hemos sentido a Léane como un personaje un poco más plano. Le sigue el juego a Blake, y se pone a su altura en bromas y respuestas ácidas, pero la personalidad, el humor, la evolución y la situación personal de Blake consiguen eclipsarla y que ella pase más desapercibida.
En cuanto a los personajes secundarios, han sido la madre y la hermana de Blake los que más nos han llegado, no solo por su importancia en la trama, sino también por la influencia que tienen en la actitud de Blake. Un chico que quiera, cuide y proteja tanto a su familia nos gana por completo.
Los capítulos están narrados en primera persona por ambos protagonistas. De manera que se intercalan las narraciones de Blake y Léane a lo largo del libro, haciendo que los conozcamos mucho mejor.
La escritura de la autora es sencilla y ágil, creando escenas muy divertidas que nos han hecho soltar más de una carcajada; también, otras más emotivas, bonitas y románticas. Como el capítulo final y el epílogo, que consiguen dejarte un muy buen sabor de boca y una sonrisa en la cara.
Sin embargo, hemos sentido a Léane como un personaje un poco más plano. Le sigue el juego a Blake, y se pone a su altura en bromas y respuestas ácidas, pero la personalidad, el humor, la evolución y la situación personal de Blake consiguen eclipsarla y que ella pase más desapercibida.
No podía explicarlo con palabras, pero era plenamente consciente de que jamás se cansaría de ese aroma. Si tenía a Léane con él, la vida adquiría otro color. Los matices se tornaban más vibrantes, más luminosos e intensos. Ella pintaba los trazos de felicidad que él, en ocasiones, no sabía cómo dibujar.
En cuanto a los personajes secundarios, han sido la madre y la hermana de Blake los que más nos han llegado, no solo por su importancia en la trama, sino también por la influencia que tienen en la actitud de Blake. Un chico que quiera, cuide y proteja tanto a su familia nos gana por completo.
Los capítulos están narrados en primera persona por ambos protagonistas. De manera que se intercalan las narraciones de Blake y Léane a lo largo del libro, haciendo que los conozcamos mucho mejor.
La escritura de la autora es sencilla y ágil, creando escenas muy divertidas que nos han hecho soltar más de una carcajada; también, otras más emotivas, bonitas y románticas. Como el capítulo final y el epílogo, que consiguen dejarte un muy buen sabor de boca y una sonrisa en la cara.